Cómo reestructurar una deuda bancaria

Cuando necesitamos ayuda en el pago de deudas tenemos varias alternativas  para evitar caer en el atraso de las cuotas, entre estas nos encontramos, además de la refinanciación, la reestructuración o renegociación de la deuda. 

No debemos confundir los conceptos ya que la principal diferencia entre reestructurar o renegociar y refinanciar una deuda es que las primeras normalmente hacen referencia a un cambio en su estructura como el plazo, periodos, cuotas, etc.; la refinanciación consiste en cancelar préstamos antiguos con una nueva operación, se reunifican las deudas y se solicita un nuevo crédito que cubra esa deuda. La refinanciación también tiene sus pros y si te planteas pedirla, te recomendamos que conozcas los Beneficios de reunificar deudas. 

A continuación, en este artículo haremos hincapié en la reestructuración o renegociación de deudas explicándote todo lo que tienes que saber sobre estas.

 

Qué significa reestructurar o renegociar una deuda 

Podemos recurrir a estas soluciones cuando prevemos que no podremos realizar el pago o bien cuando ya nos hemos atrasado en el pago de nuestras deudas ya que una es más limitada que la otra. 

Tanto la reestructuración como la renegociación suponen la evaluación junto con la entidad bancaria de las condiciones que tenemos acordadas para el crédito en cuestión para ponernos al día y seguir adelante con el pago de las mensualidades. 

La  renegociación consiste en la solicitud de la modificación de las condiciones de crédito pactadas inicialmente a la entidad financiera por parte del titular del préstamo. 

La principal ventaja de la renegociación es que es posible solicitarla cuando ya tenemos pagos atrasados pero en este caso, debemos tener en cuenta que esta solo se puede solicitar cuando la demora de pago no supera los dos meses. 

Otro punto a favor es que en caso de conseguir el acuerdo con la entidad financiera con la que tenemos el préstamo, nuestro historial crediticio no se verá afectado negativamente por esta modificación de condiciones. 

Por otro lado, la reestructuración de la deuda es un acuerdo mediante el cual la entidad financiera toma todas las deudas del cliente y las unifica en una nueva obligación ajustando la tasa de interés y las condiciones de plazo. 

Es fácil confundir este concepto con la renegociación cuando solo tienes una deuda pero la mayor diferencia la vemos en su procedimiento y que esta sí afectará negativamente a nuestro historial crediticio dado que el banco asigna al deudor una calificación de mayor riesgo. 

La única manera que habría de no afectar a nuestro historial en este caso es aportar al banco unas mejores garantías sobre el nuevo préstamo, como por ejemplo, aportando un bien inmueble o un codeudor o avalista. Para este último concepto os recomendamos echar un vistazo a nuestros artículos Dificultades para encontrar un aval bancario y Qué debes saber antes de avalar un préstamo.

 

Principales motivos y cuándo solicitarlos 

Solemos plantearnos la reestructuración de nuestras deudas o refinanciación cuando vemos cómo van creciendo nuestros créditos con las entidades financieras y con ello nuestras dificultades para hacerlos frente. 

La refinanciación de una deuda suele estar motivada por el deseo de agrupar deudas contratando un préstamo nuevo que cancele todas las anteriores y realizar un único pago mensual. Otro motivo sería querer mejorar las condiciones del préstamo y esto lo podemos conseguir a través de la renegociación. 

Los principales motivos por los que nos planteamos una renegociación o reestructuración en nuestras deudas son los siguientes: 

  • Cuando prevemos la dificultad de cumplimiento en nuestras obligaciones de pago de deudas y esta situación ha sido provocada por factores externos que han afectado a nuestros ingresos.
  • Cuando ya nos hemos atrasado en el pago de nuestra deuda podremos optar a la renegociación de nuestras deudas dependiendo del tiempo de demora que llevemos ya que si hace más de dos meses no podremos solicitar. En esta situación de retraso en los pagos, la reestructuración ya no sería una opción. 

Riesgos de una renegociación o reestructuración 

Debemos de tener en cuenta principalmente dos riesgos en estas operaciones: 

  1. El solicitante de la renegociación o reestructuración no tiene el pode de decisión en las nuevas condiciones que se acordaran, además de la posibilidad de que la entidad financiera se niegue al cambio de las condiciones iniciales.
  2. Por otro lado, en cuanto a la renegociación, existe el riesgo de incumplimiento de los acuerdos con la entidad, por lo que si el solicitante deja de pagar o se demora 30 días o más, tanto la reestructuración del crédito como lo que el atraso del pago pueda acarrear, pasarán al historial crediticio afectando negativamente la calificación.

Cómo hacer la reestructuración o renegociación de forma correcta 

Tanto para solicitar la reestructuración de una deuda o renegociar las condiciones como para pedir una refinanciación, lo mejor es acudir a la entidad financiera y pedir a nuestro asesor la radicación de una solicitud de modificación de condiciones del préstamo que tenemos.

En esta operación deberán informarnos de los siguientes puntos:

  • Las nuevas condiciones acordadas: plazos, plan de pagos, tasas, etc. También puede sernos útil a nivel organizativo que nos faciliten el “Cuadro de amortización” además de ayudarnos en caso de querer amortizar nuestra deuda.
  • Las consecuencias en caso de incumplimiento del pago de la deuda con las nuevas condiciones.

El coste total que tendrá la operación que realizamos.

 

Cosas a tener en cuenta

Pueden resultarnos opciones útiles para solucionar nuestros problemas para hacer frente al pago de nuestras deudas cuando nos encontramos en situaciones complicadas en cuanto a nuestra solvencia pero no debemos olvidar que:

  • Son buenas opciones siempre y cuando se utilicen de la manera adecuada ya que no se trata de estrategias para deshacernos de nuestras deudas en si mismas, sino que se basan en la mejora de las condiciones del préstamo y poder ir más desahogados a final de mes y así solucionar nuestro nivel de endeudamiento.
  • Si no las utilizamos de la manera adecuada pueden suponer un problema tapando el problema de primeras pero incrementándolo por otro lado. 

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